Armaduras

Las primeras armaduras datan del periodo egipcio y constaban de un casco y una coraza de tela fuerte o cuero cubiertos en su mayor parte de placas de metal.

Estas primeras armaduras fueron evolucionando a lo largo de los años hasta llegar a las armaduras de cuerpo completo que se utilizaron en la Edad Media. Estas armaduras fueron perfeccionadas hasta el siglo XVIII ya que, debido al perfeccionamiento de las armas de fuego, dejaron de usarse.

Una armadura completa constan de un gran número de piezas totalmente articuladas (pueden llegar a ser 250 piezas), lo que supone que el combatiente debería soportar un peso de unos 30 kg.

Armadura antigua

Como curiosidad cabe destacar las pruebas que se hacían a las armaduras para comprobar su resistencia. Una de las primeras pruebas que se hicieron era la de disparar dardos desde una catapulta. En el siglo XIV las armaduras se clasificaban en dos tipos según las pruebas: las de toda prueba o a prueba que eran las que se probaban con ballestas de torno, y las de media prueba que eran las que se probaban lanzando una flecha con un arco o una ballesta sencilla.

Ya en el siglo XVI las armas de fuego eran las que se utilizaban para probar la resistencia de las armaduras. Lo normal de la época era que el propietario tuviese varias marcas de disparo en su armadura, que seguramente él no hubiese llevado puesta al recibir los disparos. Esas marcas se utilizaban para decorar estas armaduras con dibujos como rosetones, flores…

Pero veamos como se realizan estas armaduras que tanto resisten y tantas vidas habrán salvado.

Un saludo.

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